Jueveslardero: El día de la mona

Hoy es Jueveslardero, y aunque hace un frío que pela el pico, Pollicoacerico y su tía Cleo se han preparado unos bocatas y van a comérselos al aire libre, como es tradición!

Pero en el camino encuentran unas extrañas migajas….Polllicoacerico como no le hace ascos a nada las prueba a ver que son (es bien sabido que los pollos no se resisten a las migas en el suelo). La tía Cleo es más lista y le deja a él el honor de catarlas, no vaya a ser que no estén buenas y le pase algo….

Eztan dulcez y pegajozaz! Pero me guztan! -dice Pollicoacerico.

Y empieza a picar como una taladradora de las obras, hasta que descubren de donde vienen esas miguitas….

Comiiiiiiida!

Y ni cortos ni perezosos, como si esa merienda fuera para ellos empiezan a hincarle el diente, digo, el pico. La tía Cleo, que le puede el ansia, ya lleva los carrillos llenos. Pero Pollico quiere subir a la cima. Como buen aventurero!

Arriba se encuentra una cosa que parece una nave espacial. Pollico no tarda en ingeniárselas, para ver que hay dentro….

Chocolate! Grita la tía Cleo, que lo ha olido desde abajo.

Parece que algo se mueve dentro…

Pero la cosa no acaba ahí. Dentro hay una cápsula impenetrable! Y por mucho que insiste no la puede abrir.

Cuando ya había dado por vencido y se iba, suena un clic y la cápsula se abre.

Es un pollo! ¿Pero blanco y negro?

Este seguro que viene de otro planeta! No me fío! Dice la tía Cleo.

Pero a Pollico le es familiar….donde lo había visto antes…..será en alguna peli de ciencia-ficción de serie B.

Pollicoacerico se hace un gorro de papel plata para conectar con la nave que lo ha traído, como en las pelis, a ver si les dan más información, ya que el forastero no abre el pico.

Y casi lo mata del susto!

Tanto esfuerzo le ha dado sed, y no se le ocurre otra cosa que subirse al vaso a beber leche….y los otros le ayudan! Menuda pandilla….

Pero el borde es muy fino y resbaladizo y Pollico cae dentro. Y no sabe nadar!

A la tía Cleo casi le da un patatús y sube por la cuchara como un cohete, una vez arriba, con su superfuerza bruta debido al subidón del susto, coge la cuchara y pesca al pollico como si de una sopa en la leche se tratase.

Tierra firme! gracias a dios!

Pollicoacerico se seca con una servilleta superabsorbente que había por allí y se queda como nuevo, con su plumaje bien mullido.

La tía Cleo dice que con el susto le ha dado angustia y ya no le apetece ir de picnic, pero la verdad es que se ha puesto ciega a "mona" (se ha comido casi un cuarto de bollo ella sola). Así que se vuelven a casa…pero alguien les sigue…

….bueno, donde caben 2, caben 3. - dice Pollicoacerico.

Si claro, pues duerme contigo. -dice la tía Cleo.